Cómo puede evolucionar la logística con resiliencia en 2023

Al igual que los años anteriores, 2022 fue un año de inmensos trastornos y cambios. La guerra en Ucrania, la crisis energética, la inminente recesión global y la persistente pandemia en algunas partes del mundo crearon turbulencias en la logística y la gestión de la cadena de suministro que perciben muchas industrias y la mayoría de los consumidores.

La inflación y el aumento de los precios de la energía han reducido las carteras de los consumidores, lo que les ha dejado poco apetito por los bienes de lujo. La reducción del poder adquisitivo (y del poder adquisitivo percibido) ha repercutido gravemente en las empresas, dejándolas con mayores existencias, ya que los consumidores no compran tantos productos o retrasan sus compras. Todo ello agravado por el hecho de que este cambio se produjo rápidamente tras varios años económicamente saludables en los que los consumidores compraban libremente y pasaban de los viajes y el ocio a los bienes de consumo durante los años de covid.

Estos desafíos han llevado a muchas empresas a replantearse cómo debería ser la resiliencia en su cadena de suministro para combatir las dramáticas interrupciones y la imprevisibilidad.

De un modelo de logística "justo a tiempo" a un modelo logístico "por si acaso"

Sin embargo, crear resiliencia en las cadenas de suministro se ha vuelto cada vez más difícil. Los modelos tradicionales utilizados para predecir el comportamiento de los consumidores no son tan fiables como antes, debido a eventos sin precedentes como la pandemia. La duración del ciclo entre una perturbación y la siguiente también se ha acortado, lo que ha creado un comportamiento del consumidor influido directa e indirectamente por una red de acontecimientos mundiales en constante evolución.

Antes de la pandemia, las cadenas de suministro eran relativamente estables debido a las condiciones comerciales globales estables. La entrega de mercancías era en gran medida predecible, lo que permitió la gestión de la cadena de suministro justo a tiempo (JIT). JIT redujo los retrasos y los residuos a través del método Goldilocks: Tener siempre a mano la cantidad adecuada de mercancía.

Los sistemas JIC crean reservas a lo largo de la cadena de suministro manteniendo existencias adicionales en etapas específicas. Esto garantiza la continuidad del negocio cuando los picos de demanda se ven agravados por las condiciones globales, como se ha visto en los últimos años, cuando el gasto de los consumidores superó con creces las expectativas. Aunque JIC no es ideal, recientemente ha sido un modelo viable que permite a las empresas satisfacer las necesidades de los clientes finales. Sin embargo, la pandemia, el empeoramiento del cambio climático y los conflictos mundiales han hecho que JIT no haya cumplido con las expectativas de los consumidores cuando querían recibir sus bienes, lo que ha provocado que muchas empresas vuelvan a un sistema just-in-case (JIC). Pero ahora que el aumento de los tipos de interés y el empeoramiento de la situación económica están poniendo a prueba a las empresas, los modelos JIC se están volviendo menos atractivos e incluso poco realistas, ya que agregar inventario extra en cada etapa de la cadena de suministro conlleva costos adicionales, algunos de los cuales se trasladarán a los consumidores, alimentando aún más la inflación.

Entonces, ¿cómo se pueden crear cadenas de suministro resilientes y flexibles sin agregar costos adicionales?

Las cadenas de suministro digitalizadas son cadenas de suministro resilientes

Desde el punto de vista de la industria, se pueden crear cadenas de suministro resilientes y responsables conectándolas y digitalizándolas, lo que permite una mayor centralización de la información, un mejor control, una mejor toma de decisiones y tiempos de reacción a los cambios más rápidos.

Al conectar los flujos de la cadena de suministro con los datos que ya están presentes en las plataformas digitales, los negocios pueden obtener información como cambios repentinos en la demanda de los consumidores o interrupciones en sus envíos. Los proveedores de logística pueden tomar medidas rápidamente para responder a esos datos, adelantando el punto de decisión y proporcionando más tiempo para valorar el impacto, reaccionar y poner en marcha la solución adecuada. La IA también se puede utilizar para predecir y proponer la siguiente mejor opción para mejorar los resultados empresariales. Para que las predicciones y recomendaciones tengan verdadero valor, se necesita una visión completa y digital de la cadena de suministro de principio a fin, que incluya la capacidad de recopilar y cotejar datos de buques, almacenes, camiones, etc., para construir una base que permita tomar mejores decisiones.

Cuanto antes se identifiquen las interrupciones, mejor será la reacción. La tecnología desempeña un papel fundamental a la hora de aportar transparencia. Por ejemplo, los sensores conectados en mercancías sensibles permiten saber si se ha producido un movimiento perjudicial para el contenedor. Cuanto antes se registre esta información, mejor se podrá resolver el problema. Esos datos del sensor también proporcionan información sobre el panorama general. Al agregar datos de sensores, dispositivos habilitados para IoT y otras fuentes, se pueden proporcionar datos adicionales para crear simulaciones digitales, o gemelos digitales, que permiten ver lo que está sucediendo en toda la cadena de suministro en tiempo real. Esto proporciona una visión de todo el proceso, desde la mercancía de un cliente determinado hasta la cadena de suministro de principio a fin. Los datos que los proveedores logísticos recopilan a partir de estos gemelos digitales pueden procesarse mediante modelos de aprendizaje automático, que permiten predecir y reaccionar ante cambios como los meteorológicos o geopolíticos, lo que posibilita dirigir el flujo de mercancías en torno a las interrupciones, creando cadenas de suministro más ágiles al adaptarse proactivamente a los cambios.

Pero para conectar y digitalizar completamente las cadenas de suministro, los actores que suben y bajan de la cadena de suministro deben compartir datos y colaborar, para que los esfuerzos conjuntos puedan superar los desafíos de la cadena de suministro global.